domingo, 28 de abril de 2013

RE INSERCIÓN DE LOS EX CONVICTOS AL MERCADO LABORAL.

Durante el transcurso de sus condenas, muchos presos aprovechan el largo tiempo internos, para formarse, mediante cursos a distancia, sacándose la eso, el graduado escolar, aprendiendo un oficio(soldadura, carpintería, etc), pues saben que el día que salgan de la cárcel  el mundo va a exigirles que funcionen a su ritmo, y ese ritmo muchas veces va unido a la consecución de un empleo. El empleo ayuda a forjar una identidad y por así decirlo también a pasar de etapa, cuestión que es sin lugar a dudas vital para los ex convictos y su re inserción en la sociedad.

Se trata esta de una situación muy compleja para el ex convicto, pues la cárcel deja marcas en los presos, marcas de por vida, que son muy difíciles de olvidar. La consecución de un empleo por lo tanto, es un reto de grandísima envergadura para el recién salido de la cárcel.
Los estigmas son muy pesados y en esta sociedad el acto de perdón no es algo común entre nosotros.
Las preguntas que como ciudadanos de esta sociedad, nos tenemos que hacer, son: ¿cómo podemos favorecer la transición del ex convicto a la sociedad libre?, ¿ habría que mejorar los recursos para que los presos que actualmente se encuentran dentro de prisión puedan tener una mayor esperanza de re inserción?.
Aún así, en los tiempos que corren, la crisis económica no ayuda  nada en el fomento de la re inserción laboral, pues únicamente introduce más dificultades, en la vida del ex convicto. Una de las principales dificultades son los altos niveles de desempleo como consecuencia directa de la falta de trabajo.
Si ya de por si la re inserción en la sociedad de un ex convicto es sumamente difícil  el contexto de crisis económica no hace mas que oscurecer las esperanzas de poder continuar y salir hacia delante por parte de los ex convictos.

Gonzalo Fernández de Bobadilla Muñoz.

martes, 23 de abril de 2013

¿De verdad reinsertan las cárceles?



Desde hace tiempo existe el debate sobre si las cárceles realmente sirven para reinsertar a las personas de nuevo en la sociedad y que no comentan los delitos que les llevaron a prisión. La verdad es que no son casos aislados las personas que reinciden y entran y salen de la cárcel como si de un hotel se tratase, además que el 70% de los reclusos en España están ahí por posesión de estupefacientes y un 35 % del total son inmigrantes probablemente ilegales que muchos no conocen ni el castellano.
En la cárcel es de sobra conocido que la droga circula sin mucha dificultad por lo que estos presos tendrán una difícil rehabilitación si pueden acceder fácilmente a estas sustancias, y a pesar de los programas educativos que existen en las prisiones, no son tratados por especialistas en el tema y su única pena es la privación de libertad. Probablemente estas personas, al salir de allí, vuelvan a cometer los mismos delitos ya que estarán aún más preparados por sus vivencias en prisión de lo que estaban antes de entrar en ella.

El problema de este debate es que es prácticamente invisible puesto que no se le da ninguna importancia ni sale por ningún medio de comunicación y, aunque existe los gobiernos solo dan respuesta endureciendo penas en vez de buscar el porqué de la reincidencia y cómo tratar a cada preso, ya que hasta desde el punto de vista económico sale bastante caro aumentar una pena puesto que el mantenimiento de un preso le cuesta al estado unos 1.800€ al mes.

Aun así, hay presos que son capaces de reinsertarse a pesar de la cárcel.

jueves, 11 de abril de 2013

PRISIONES O GERIATRICOS


   

   
   El sistema penitenciario español estipula que cualquier persona que cometa un delito que conlleve cárcel, ha de cumplir la condena estipulada indiferentemente de la edad del individuo imputado.

Esto genera en algunos casos un planteamiento moral y ético. Hasta que punto se debería o no realizar ingresos de personas de avanzada edad en instituciones penitenciarias. Es  una creencia extendida que los mayores de 70 u 80 años están exentos de ir a la prisión, debido ya por su avanzada edad o por su posible situación de vulnerabilidad. La leyenda urbana de que los mayores no van a prisión tiene un origen: la libertad condicional anticipada que permiten el artículo 92 del Código Penal y la normativa penitenciaria. El juez puede concederla a “los sentenciados que hubieran cumplido la edad de 70 años, o la cumplan durante la condena” aunque no hayan extinguido las tres cuartas partes (o dos terceras) de la pena, si cumplen el resto de los requisitos. Para ello, los internos previamente tienen que hacer sido clasificados en tercer grado penitenciario.

Según datos de la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias  a 30 de dic de 2012 se estimo que el numero de reclusos de avanzada edad en instituciones penitenciarias en España, se encontraba en las siguientes cifras:

-       1924 internos con más de 60 años de los cuales, 1.796 eran hombres (el 93,3%) y 128, mujeres (6,7%); 228 estaban en situación de prisión preventiva (11,9%) y 1.696 ya habían sido condenados (88,1%).

Debido a estas cifras se ha llegado realizar al gobierno peticiones desde el sindicato de funcionarios de prisiones, como Acaip la modificación de las infraestructuras penitenciarias para poder adatarlas a este gran numero de reclusos de avanzada edad.

El planteamiento de si se deben realizar ingresos en prisión a edades tan avanzadas entre, si de verdad representan un peligro para la sociedad, si se tienen en cuenta a pesar de sus delitos su estado físico, si va a suponer un gasto económico elevado su mantenimiento en comparación con el resto de reclusos, o si simplemente creemos que debe de existir un limite moral a la hora de dictar penas de cárcel a edades tan avanzadas, son algunas de las cuestiones que han de ser tratadas desde la razón y no desde la interpretación única de una ley.

 Álvaro Monzón González

martes, 9 de abril de 2013

Clasificación de las cárceles en grados.


Todas las personas que están en prisión son clasificadas en grados.
Hemos realizado una breve descripción sobre los diferentes grados que existen.
El grado nos indica el tipo de delito y la situación penitenciaria que el interno necesita. Se distinguen los siguientes:
1º Grado (régimen cerrado); es la clasificación de los presos más peligrosos. En esta categoría se encuentran aproximadamente el 2% de los internos. Pasan 22 horas en la celda.
2º Grado (régimen ordinario); es el grado en el que se encuentran la mayor parte de los presos. Lo que se busca es que los internos tengan una vida lo más normal posible.
Son clasificados en este grado los penados que tienen unas circunstancias personales y penitenciarias de normal convivencia, pero sin capacidad para vivir, de momento, en semilibertad.
3º Grado (régimen abierto); se aplica a los internos o internas que, por algunas circunstancias están capacitados para llevar un régimen de vida en semilibertad.
También se conoce como régimen abierto porque los internos pasan unas horas al día fuera del centro penitenciario o del centro de inserción social para realizar algún trabajo y regresan para pernoctar.

Fuera de esta clasificación, nos encontramos con otra categoría de internos PRISIÓN PREVENTIVA,que son aquellas personas que no han tenido juicio todavía y se encuentran a la espera.

María Vadillo García-Borruel









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sábado, 6 de abril de 2013

EL FENÓMENO INSTITUCIONALIZADOR DE LAS PRISIONES

La vida en prisión es rutina, los presos viven día a día inmersos en esta rutina que no es más que la vía de escape para poder aguantar en la prisión. Pero detrás de todo esto hay un fenómeno perverso, este fenómeno es conocido como proceso institucionalizador.
1.¿Pero a que nos referimos cuando hablamos del proceso institucionalizador?
2.¿Cuando decimos que alguien esta institucionalizado?

El proceso institucionalizador hace referencia a la idea de "habituación" del preso a la prisión y la consiguiente internalización de roles, rutinas por parte de este, debido a la presión y al control que ejercen los centros penitenciarios a través de sus normas sobre los internos.
Decimos que una persona esta institucionalizada, cuando lleva un gran periodo de tiempo entre los muros de la prisión  con todo lo que ello conlleva. Por esta razón, suelen ser los presos más veteranos, quienes sufren este fenómeno.

Generalmente los presos que llevan un gran periodo de tiempo internos, consideran que la prisión se ha convertido en su hogar y tienen recelo del exterior y su funcionamiento, pues el ritmo de la prisión y el ritmo del mundo exterior son completamente diferentes. En las prisiones los internos asumen roles, sobre todo si nos referimos a largas condenas, lo cual esta directamente relacionado con la necesidad humana de forjarse una identidad, pues en la prisión eres un numero, ser alguien transforma la prisión convirtiéndola en hogar y es aquí donde reside la perversión  pues para un preso que después de largos años interno, sale al exterior, el choque con la vida real es brutal a la vez que devastador ya que afuera no es nadie y ha pasado mucho tiempo.
El ex convicto se da cuenta de ciertas marcas que ha dejado la prisión sobre el a medida que se va intentando adaptar al funcionamiento del mundo exterior, si es que intenta adaptarse, porque muchas veces lo que ocurre es que vuelve a reincidir, con el fin de volver a estar dentro de prisión. Esto es mucho más probable cuando el exconvicto carece de una red social estable. Aun así la vida del ex convicto es difícil de por si en el exterior ya que para la sociedad carga con un estigma muy pesado, del cual es muy complicado librarse. 
Por último mencionar una escena de la película "Cadena perpetua" que me parece perfecta para acercarnos a este tema: http://www.youtube.com/watch?v=Ss8zmg4wCyo .
Gonzalo Fernández de Bobadilla Muñoz.